La Iglesia
El barrio entorno a la vía Giulia es un conjunto de monumentos y obras de arte. Cerca al centro y hacia la mitad de esta calle empieza la vía di San Eligio al final de la cual, como una joya auténtica, se encuentra una obra de arte renacentista, la Iglesia de los Orfebres. Esta, según revelan las guías de Roma desde hace el siglo XVIII, se atribuye a Bramante.
Entre 1883 y 1884 el Gejmuller y el Muñoz conjeturaron por primera vez que el proyecto original de la iglesia era de Rafael, subrayando que existía, sin dudas, una influencia muy fuerte de Bramante. Su opinión estaba basada en el diseño de Sallustio Perruzzi que presenta sección, prospecto y los detalles de la iglesia de San Eligio, con una nota que atribuye la obra al propio Rafael (Galería degli Uffizi, Florencia, Cuarto de diseños e impresos, Gabinete de Dibujos y Estampas, n.635 Ar+V).
En los documentos relacionados a la construcción de la iglesia, y conservados en el Archivo de San Eligio se dice que en junio de 1509 el Pontífice Julio II autorizó a la Universidad de los Orfebres a elegir, cerca de la vía Giulia, un lugar idóneo para edificar una iglesia.
El 6 de diciembre de 1514 la Magistratura delle Strade[6], en previsión de que se rectificara la calle entre vía Giulia y el río Tíber, expropió el solar donde surgía la iglesia de San Eusterio, que luego fue demolida. En recompensa, los orfebres recibieron un terreno que daba a la nueva calle de S.Eligio y el permiso para construir la nueva iglesia. El primer documento que atestigua la construcción tiene como fecha el 11 de noviembre de 1516 en favor del albañil Sebastián de Como.
En 1522 se completó el edificio, excepto la cúpula, como certifican los documentos que demuestran la primera reunión en su interior.
La construcción de la cúpula se inició en 1526, como da fe un acta notarial del mismo año (y que también se conserva en el Archivo Histórico) con la que Jacopo di Verolo da Caravaggio se compromete a construir dicha cúpula a cambio de 100 ducados.
Entre 1532 y 1542, Antonio La Torre construyó la fachada, la bóveda central y la tribuna, mientras que Giovanni de Santágata construyó la linterna y la archivolta con modillones de toba de la cúpula.
El 28 de agosto de 1551, Francisco “el picapedrero” completó el portal de la entrada en travertino por “5 escudos”. Debido a los aluviones e inestabilidades, en la segunda mitad del siglo XVI la iglesia fue reforzada varias veces, hasta que, el 13 de febrero de 1601, un colapso estructural causó un desplome parcial del altar de los Reyes Magos (sudoeste) construido por Federico Zuccari en 1575 y restaurado por él mismo en 1594.
Por los documentos conservados en el Archivo sabemos que se le solicitó al arquitecto Flaminio Ponzio de Milán, mediante pago, una consulta para la restauración de la iglesia. El mismo que construyó la iglesia de Santa Maria di Grottapinta en 1598 (idéntica a la de San Eligio) en la plaza homónima. Se piensa, por lo tanto, que el mismo Ponzio diseñó también la fachada de la iglesia de los orfebres. Esta fue realizada entre 1620 y 1621 y a esa misma época se remonta la inscripción latina puesta en el arquitrabe: “El gremio de los orfebres construyó una igl
esia en San Eligio y la adornó con pinturas, imágenes, puertas y mármoles y con muchos otros ornamentos”. En la fachada se colocó la portada original en travertino de 1551, que se mantuvo intacta después del derrumbe de 1601.
En el interior se mantiene casi intacto el carácter del siglo XVI: planta con cruz griega y un ábside al final; la cúpula se apoya en un tambor redondo que, a su vez, se apoya en cuatro pilastras centrales y que está por debajo de una linterna con ocho ventanas.
En el punto en que empiezan los arcos y los penachos del tambor se observa una moldura con filetes que por cierto no pertenece al estilo del siglo XVI, sino a la primera mitad del siglo XVII. En la moldura está grabada, con elaborados caracteres, la frase “Tú, o Dios, revelas estrellas y astros, nosotros edificamos templos”.
En las bóvedas que se abren encima de dicha moldura se encuentran dos ventanas del llamado estilo “palladiano”, es decir, con tres aberturas: la central con arco de medio punto y las laterales con platabandas.
El suelo originario en barro cocido afinado por debajo fue reemplazado en 1864 por uno de mármol blanco y brocatel, traído de la iglesia de San Paolo fuori le Mura, demolida después del incendio de 1823.
Las decoraciones que hoy en día adornan el interior de la iglesia son el resultado de varias modificaciones llevadas a cabo a lo largo del tiempo. Su fuerte deterioro ha sido causado por la constante presencia de humedad y ya ha requerido varias intervenciones de restauración y remodelación.
Los frescos más antiguos se encuentran en el ábside y pertenecen al año 1575.
Al centro, por detrás del altar mayor, se puede ver una pintura de Matteo de Lecce: la Virgen con Jesús entre los Santos Eligio Obispo, Esteban, Juan y Lorenzo. El artista es conocido por haber trabajado, entre otras cosas, en el oratorio de los Confalones entre 1575 y 1576.
En el encavo de la bóveda está representado Dios Padre que mantiene Cristo en la cruz; en las vigas, los Profetas; por arriba la Disputa de los Apóstoles y en el intradós el Pentecostés: se atribuyen todos estos frescos a Taddeo Zuccari y a otros representantes de la escuela de los hermanos Zuccari. Los frescos triangulares de la bóveda, son de autor desconocido, fueron pintados a finales del siglo XVI.
El fresco del altar de la izquierda representa la Adoración de los Pastores y fue pintado por Giovanni de Vecchi di Borgo San Sepolcro (1536-1614). El fresco del altar de la derecha, dañado en parte en el desplome de 1600, representa la Adoración de los Reyes Magos y fue pintado en 1693 por Francesco Romanelli (1610-1662) encima del fresco de Federico Zuccari de 1575, de idéntico tema.
El Romanelli pintó también los frescos de los penachos de los altares laterales que representan las Sibilas y se encargó de restaurar todos los motivos decorativos de la iglesia.
Las piezas principales de ésta son los tres altares con sus decoraciones de mármol, cuya restauración se encomendó a Antonio Muñoz en calidad de Inspector de la Real Superintendencia; el monumento funerario dedicado a Giovanni Giardini da Forlí, Académico de San Luca y fundador de la Cámara Apostólica, platero de los Palacios Apostólicos; y finalmente la lápida puesta en 1730 que recuerda a Bernardino Passeri (1489-1527), romano, orfebre, joyero y fundador del Gremio, desaparecido a 37 años, el 6 de mayo de 1527, para defender la ciudad de Roma de los mercenarios en los días tristes del Saqueo de Roma.
El 24 de mayo de 1926 se colocó en el interior de la iglesia, por encima de la puerta de entrada, una lápida en memoria de los orfebres y plateros romanos fallecidos durante la I Guerra Mundial. Más tarde fue trasladada la misma al jardín interno de la Congregación.
Notable es el fresco puesto en la fachada exterior de la “Casa del Cantón”. Se remonta al siglo XVIII y representa a San Eligio Obispo.
Las restauraciones se efectuaron en: 1928 y el 21 de abril del mismo año la iglesia fue consagrada otra vez al culto eucarístico; 1952-55. Como había peligro de un nuevo desplome, se restauraron los cimientos, las estructuras arquitectónicas y las piezas artísticas; 1978. Se restauraron la cúpula, los cimientos de la iglesia y parte de los cimientos del edificio de Rafael; 1997. Se restauró la fachada sacando a la luz pinturas de 1600 del siglo XVII; finalmente 1999. Se restauraron las planchas de plomo de la cúpula, se realizó el nuevo techo de la iglesia, de las fachadas laterales y se recuperó completamente la “Casa del Cantón”, junto a la misma iglesia.
La Superintendecia de los Bienes Ambientales y Arquitectónicos de Lazio llevó a cabo todas las restauraciones.
È possibile visitare la chiesa di Sant’Eligio degli Orefici
sede dal 1509 dell’Università degli Orefici Argentieri dell’Alma Città di Roma.
Dal lunedì al venerdì, dalle ore 10 alle ore 13, previa prenotazione allo 06.6868260.